Thursday, April 29, 2010

La “zona de contacto” y la “feminotopía”

En Imperial Eyes: Travel Writing and Transculture, Mary Louise Pratt habla sobre muchos temas que están relacionados con la escritura viajera específicamente escritos por mujeres viajeras. Unos de los aspectos definidos en su literatura son los de “Zona de contacto” y “feminotopía”. En la literatura escrita por Eduarda Mansilla y la de Mariquita Sánchez, podemos ver ejemplos de la existencia de esos también. La literatura de Mansilla y Sánchez, mujeres escribiendo sobre lugares muy distintos, y viajando por razones diferentes, es un excelente ejemplo para definir las ideas de Pratt.
Para poder dar ejemplos de la “zona de contacto” en la literatura de Mansilla y Sánchez, primero hay que saber lo que es esa Zona. De acuerdo con Pratt, la “Zona de contacto” es <> (Pratt, Intro. P.6). Así, una frontera colonial describe el choque de dos culturas – muchas veces con dos idiomas distintos, en que podemos ver que hay una distinción muy aparente, en donde la escritora hace (o no hace) ciertas decisiones en juzgar a la otra cultura, o abrazarla. Pratt continua: << “contact zone” is an attempt to invoke the spatial and temporal copresence of subjects previously separated by geographic and historical disjunctures, and whose trajectories now intersect>> (intro. P. 7). Antes de la habilidad de viajar, no había “zonas de contacto” porque había una “copresencia” de personas. La única vez que había algo similar era durante una guerra, y durante la guerra, no hay un reconocimiento de la cultura o las ideas del otro. Como que, las autoras Eduarda Mansilla y Marquita Sánchez no viajaron para luchar en ninguna guerra, tenían la habilidad de escribir y comentar sobre sus experiencias.
Eduarda Mansilla, nacida en Buenos Aires, Argentina, era la sobrina del gobernador Juan Manuel de Rosas. Fue educada en francés, y lo hablaba con fluidez. Cuando tenía doce años, fue traductora para su tío en sus negocios. De acuerdo con “Mujeres en viaje”, el libro que escribió Mansilla sobre sus viajes <> (Mansilla, 86). Ella, en su viaje a los Estados Unidos Americanos, hizo muchos comentarios sobre la vida cotidiana de los yankees en Nueva York, y sobre el estilo y las modas de las mujeres. Su escritura trata más sobre las vidas de las otras personas y menos sobre su propia vida. Habla sobre el idioma inglés norteamericano y la “zona de contacto”. <> (Mansilla, 89). Ella no está acostumbrada a la mezcla de lenguaje por su cultura en la Argentina, aunque debía de haber unas palabras argentinas que vienen de una lengua u otra indígena, etcétera. Otro ejemplo de la “zona de contacto” en la escritura de Mansilla existe en el estereotipo que tenían los americanos sobre los brasileros y las hispanoamericanas. <> (Mansilla, 100). Aquí vemos que el estereotipo llegó a ser una “zona de contacto” para Mansilla. Ellos piensan una cosa de ella, aunque no sea verdad, y la idea choca con ella, hasta cuando ella la toma por chiste en vez de juzgar a la gente. Otra “zona de contacto” que yo pienso graciosa es cuando ella llega a un hotel en Saratoga que <> (Mansilla, 105). Su habitación fue tan pequeña que no pudieron pasar sus baúles por la puerta. << “Pero ¿Cómo hacen esta mujeres”, preguntaba yo indignada a nuestro paciente cicerone, “para vestirse con tantas zarandajas en esas cuevas que ni espejo tienen?”, y Molina, sonriendo, respondía: “Son yankees, señora”. >> (Mansilla, 106).
Como lo que vimos en la escritura de Mansilla, también podemos reconocer unos ejemplos de la “zona del contacto” en la escritura de Mariquita Sánchez. Sánchez, como Mansilla, era de Argentina, nacida en la Colonia. Era hija única de una familia española, y era gran patriota de Argentina. En sus cartas mandadas a su hija Florencia desde Montevideo, reconocemos ejemplos de su vida cotidiana, y mientras fuera de su país, vemos que ella está preocupada con su familia y con lo político, y pide sin cesar saber de los dos. Un ejemplo de una “zona de contacto” es algo muy sencillo. Hablando de su vida cotidiana describe los eventos cuando manda a alguien de compras. Dice: <> (Sánchez, 48). Sánchez, por haber estudiado en Francia, tiene la mentalidad europea, y a veces juzga a la gente por cómo hablan o por cómo se portan. Este es un ejemplo en donde yo veo este prejuicio. Aunque no dice que es malo que ella llame al comercio la pulpería, lo menciona en una manera que insinúe que no es la manera correcta de hablar o la palabra correcta de usar. Yo creo que estar sin cocinero o cocinera es una “zona de contacto para ella también, porque se lo menciona varias veces sobre todas las cartas escrita a Florencia. Lo menciona en página 32 y a la vez, está tan desesperada por no tener a uno, que juzga a todo el país exclamando: << ¡Qué desgracia de países! No se puede pensar lo que nos dan que hacer estas gentes. Es la amargura de nuestra vida. >> Luego, menciona la ausencia de una cocinera en página 36: <<…pierdo la paciencia, sin cocinera, con una bestia que no sabe ni entiende nada…>> y también en página 51: <>. Noto que Sánchez usa sus observaciones dentro la “zona de contacto” para juzgar o ejemplificar sus prejuicios sobre el país en que está viviendo cuando se está enfrentada con estrés o preocupaciones.
Vayamos a otro aspecto importante de la narrativa de viajes. De acuerdo con Mary Louise Pratt, las "feminotopías" son <> (Reinventing América II, 166-7). Podemos ver esta existencia de las "feminotopías" en los viajes de Mansilla y Sánchez, y cómo se reaccionan estas mujeres sobre lo que observan mientras viajando.
Eduarda Mansilla menciona la existencia de la “feminotopía” aunque no utiliza esta palabra para describirla. Describe: << La mujer americana practica la libertad individual como ninguna otra en el mundo, y parece poseer gran dosis de self reliance (confianza en sí mismo). >> (Mansilla, 99). Ella esta impresionada de la manera en que las muchachas y mujeres se comportan, porque en Argentina, durante esa época, las mujeres no tenían permiso de andar como las mujeres americanas. Mansilla describe en gran detalle la influencia de las mujeres estadounidenses que tienen en los periódicos en la pagina 101. Dice: << Las mujeres influyan en la cosa pública por medios que llamare psicológicos e indirectos>>. Mansilla dice que las mujeres tienen una manera de decir lo necesario, como los hombres, pero con estilo estético y atractivo.
Hay instancias de la “feminotopía” en las cartas de Mariquita Sánchez también. Pero esa “feminotopía” existe en la mente de ella y no en su realidad. Ella está muy limitada en lo que puede hacer como mujer y estando en otro país. Pero tiene unas ideas políticas que quisiera realizar, y apoya el feminismo con mucho vigor. Dice: << ¡Qué loca estoy por ir a ver a todas mis patriotas! Voy a escribir la historia de las mujeres de mi país. Ellas son gente. >> (Sánchez, 44). Luego habla sobre la posición social de las mujeres, las casadas, las solteras, y la manera de que las mujeres, digo las sirvientas de su casa se están enamorando y cayendo en problemas. Remarca a su hija: <> (Sanchez, 56).
Eduarda Mansilla y Mariquita Sánchez son dos mujeres que escriben con distintas intenciones, pero que observan similares sobre la vida. Notamos entre las tres unas “zonas de contacto” y “feminotopias”, y notar eso ayuda a leer otras obras de literatura de viajes.

Bibliografía

Mansilla, Eduarda. “Eduarda Mansilla – El viaje diplomático de una sobrina de Rosas”. Mujeres en viaje. [ Alfaguara.] Buenos Aires, Argentina: 2000. [83-109]

Pratt, Mary Louise. “Introduction: Criticism in the contact zone”.Imperial Eyes: Travel Writing and Transculture. New York, NY: Routledge Publications, 1992. [1-11]

Pratt, Mary Louise. “Reinventing América II: The capitalist vanguard and the exploratrices sociales”. Imperial Eyes: Travel Writing and Transculture. New York, NY: Routledge Publications, 1992. [ 144-171]

Sánchez, Mariquita. “Mariquita Sánchez – Cartas desde Montevideo”. Mujeres en viaje. [ Alfaguara.] Buenos Aires, Argentina: 2000. [21-57]


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